La accesibilidad digital garantiza que personas con diversas condiciones o discapacidades puedan navegar y aprovechar todos los recursos de su sitio web, ampliando su alcance y reforzando la inclusividad de su marca.
Además, muchas leyes y regulaciones internacionales, como la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA) y las Directrices de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG), exigen accesibilidad web, lo que la convierte no solo en una cuestión de inclusión, sino también de conformidad legal. Invertir en accesibilidad digital eleva su marca, destacándola en el mercado como socialmente responsable e inclusiva, lo que puede aumentar el compromiso del consumidor y expandir su base de clientes.
Adoptando tales prácticas, su empresa no solo cumple con un requisito legal, sino que también se alinea con los valores de diversidad e inclusión cada vez más valorados por los consumidores.